Cada
una significó una puerta, por eso las conservo. Abre o abrió un camino, o
simplemente formo parte cuando lo transite. Cada una es un símbolo de algo que
aprendí.
Aun así, muchas veces, son parte de una simbología. Un fragmento del
pensamiento transformado en energía que impulso a la apertura de un nuevo rincón
de la mente y del corazón, del Alma. También es para destrabar acertijos que del
cual uno mismo es el mecanismo ideal para abrir una puerta.
Son simbologías, no solo piezas de bronce. Son elementos, son energías, son
pensamientos. Todos la tenemos, tenemos esa herramienta; A veces solo es
demasiado pronto para abrir la puerta, a veces es demasiado tarde, a veces es
peligroso abrirle a lo que hay fuera, pero a veces es necesario dejarlo pasar,
porque lo que se juzgó como peligro solamente es una parte de uno mismo
que perdió el camino a casa y solo quiere volver al hogar, a echarse a dormir
en la protección que una vez la contuvo.
Aceptación, es la palabra de hoy...
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