domingo, 24 de noviembre de 2013

Acá están las llaves. Bienvenido.

Cada una significó una puerta, por eso las conservo. Abre o abrió un camino, o simplemente formo parte cuando lo transite. Cada una es un símbolo de algo que aprendí.

Aun así, muchas veces, son parte de una simbología. Un fragmento del pensamiento transformado en energía que impulso a la apertura de un nuevo rincón de la mente y del corazón, del Alma. También es para destrabar acertijos que del cual uno mismo es el mecanismo ideal para abrir una puerta.

Son simbologías, no solo piezas de bronce. Son elementos, son energías, son pensamientos. Todos la tenemos, tenemos esa herramienta; A veces solo es demasiado pronto para abrir la puerta, a veces es demasiado tarde, a veces es peligroso abrirle a lo que hay fuera, pero a veces es necesario dejarlo pasar, porque lo que se juzgó como peligro solamente es una parte de uno mismo que perdió el camino a casa y solo quiere volver al hogar, a echarse a dormir en la protección que una vez la contuvo.

Aceptación, es la palabra de hoy...

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