No me veas como alguien pequeño, tampoco como alguien ingenuo. Quizás lo parezca, por mi mirada desatenta y mi risita incrédula, mas no te fíes. Debajo de esta mascara se exhibe un ser humano atento.
Podrás ser más grande que yo, perspicaz, inmensamente carismático, aparentemente comprometido, rápido y vigoroso. Pero debes saber, que mi punto fuerte es la observación, la sutileza es mi herramienta cotidiana, la discreción se filtra por en mis palabras y la indiferencia me previene de la exacerbada muestra de lo evidente.
Aprende que a veces es mejor permanecer a la sombra que mostrarse en todo el esplendor del Sol; sólo a quienes interesa la atención desmedida, sin control y desproporcionada del narcisismo desean con ansias exponer algo que no es.
Aprende que el silencio y la reserva son mejores armas, y que la seriedad no es sinónimo de austeridad. Muchas veces es mejor dar la mejor versión de una leve sonrisa y la inmensidad llenadora de un respetuoso y compañero silencio.
Aprende que el sinónimo de grandeza es la humildad, y que el escuchar nos completa mas, y sobre todo nos acerca aun más. Lo cómico de todos nosotros es que hacemos, pensamos y decimos cosas distintas, eso logra que el día menos pensado, en el momento menos pensado, dos piezas formen un solo y único símbolo, de un mismo Universo, dentro de otro mas grande.
Aprende, y por favor, concientízate, la construcción de un ser mejor es el reconocimiento de uno mismo y hacia el otro. No hieras innecesariamente.
Podre ser mas pequeño, pero siempre con un poco de ingenio y destreza en esta jungla emocional de la naturaleza humana, enrarecida y triste, se puede sobrevivir.
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