miércoles, 20 de julio de 2016

Amigo

No sé por dónde empezar para expresar lo que pienso con respecto a este día.

Quizás, pueda empezar comentándoles que el día del amigo, según las buenas lenguas, empezó un 20 de julio de 1969 el día que el Hombre llegó a la Luna.

¡Qué momento! ¿No les parece?

Un día que antes pudo ser como muchos otros, un día cualquiera, como pudo haber sido un 18, o un 19, o un 21, pero cayó un 20, y nos unió a todos. No importa las diferencias que teníamos, ya sean políticas, sociales, etc. Un 20 de julio nos encontró a todos pegados a la tele o a la radio, en un cafetín, en la casa de un conocido, familiar o amigo, o en la calle. Todos escuchando que el Hombre como especie dejaba marcada de por vida la huella indiscutible de que, a pesar de todo, habíamos logrado algo juntos.

¿Estaría bueno que lo recordáramos ahora, no? Primero como personas, después como sociedad, después como compatriotas, y pensando en más grande, como especie.

Yo me ponía a pensar en mayor profundidad, mientras estaba comprándome el desayuno, qué significa ‘ser amigo’.

Porque, ¡VAMOS!, no es un título, no es algo que se consigue de la noche a la mañana, no es algo que se puede comprar, tampoco es algo deliberado, mucho menos carente de carga emocional. Lejos está del significado social de amistad que sea algo racional, fríamente calculado o premeditado desde la estrategia políticamente correcta con determinados fines.

Justamente, es algo que se siente y se gana con el afecto mutuo y reciproco. Podríamos decir que es como magia, aunque suene cursi, porque cuando se da es algo increíble que uno nunca sabe cómo fue que paso, simplemente pasó. Es algo que se corona con respeto, confianza, lealtad y mucho cariño.

Incluso, no importa el género o la especie; aquellos seres que nos acompañan todo el tiempo o con los cuales nos cruzamos diariamente o en alguna casualidad saben de esto de la reciprocidad, de la confianza, la lealtad y el respeto, saben de la incondicionalidad y el desinterés. Parece mentira, pero es como si ellos hubiesen trascendido la barrera del entendimiento hablado y evolucionaran y quisieran, desinteresadamente, que nosotros diésemos el siguiente paso para ir juntos de la mano.

¿Será el lenguaje un escalón o algo a mejorar aún más entre nosotros?

Entonces, volviendo a tratar de descifrar esto que es la amistad, ¿Será amor? Y me respondí como si se me hubiese prendido una lamparita, aunque por ahí fue el Sol poniéndose contento: “Sí, lo es”. Aunque en el vulgar social nosotros separemos las aguas, porque como quien dice, “nunca hay que mezclar las cosas”. Suena a frase hecha, pero hay un tanto de verdad; por algo se habrá dicho alguna vez, ¡Bendito sea el que divulgó sabias palabras!

Siempre hay que ser sinceros con nosotros mismos y con los demás, teniendo en cuenta las otras cosas antes mencionadas.

Porque ¿Saben cuál es el ingrediente especial de la amistad? La honestidad.

¡Qué valor tan importante! Y se aplica en cualquier fase, ámbito y oportunidad. No importa de la cuna que vengamos, ni quienes seamos, ni lo que pensemos.

Continuaba pensando ya con mi desayuno en mano de vuelta a la oficina sobre si entonces la amistad no es otra cosa que un lado de la misma moneda de lo que es amor, y después de darle vueltas al asunto me di cuenta que sí.

La amistad no es otra cosa mas que una expresión mas de lo que es el amor. La dedicación altruista de querer ver y percibir a la otra persona bien, sana, a salvo y brindarle el cariño incondicional de tener nuestra presencia siempre con ellos, aunque no estemos juntos en ese momento. Es la expresión que nos hace humanos, atravesando las barreras sociales y del lenguaje propiamente dicho y que nos une en un mismo sentimiento. El amor es eso, desinterés y deseo de bienestar por uno mismo y por todos al mismo tiempo.

Al final, ¿Qué conmemoramos hoy, un día como cualquiera donde el Hombre llegó a la Luna y nos puso de igual a igual a todos alrededor del mundo, encontrándonos en un lagrimón de felicidad por algo que logramos como una sola comunidad?

La respuesta puede derivar en un montón de adjetivos, sinónimos y palabras con significado enciclopédico correspondiente, pero que si nos ponemos a filosofar un rato, mate y medialuna mediante terminan conglomerando en una sola: El amor.

Aunque haya ámbitos en donde no nos conozcamos entre todos, a pesar de todas nuestras diferencias y/o discordancias; no importa ideología política, de religión o pensamientos diversos, ámbito laboral, familiar, casual o de toda la vida, somos todos iguales y compartimos un mismo lugar, y nos vale el respeto y el amor mutuo: ESO se festeja hoy.





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